Pase lo que pase, este es nuestro momento.
El día en el que todos los hermanos de la Cena nos encontramos con nosotros mismos, con nuestra gente y sobre todo, con nuestras devociones eternas, aquellas que se nos quedaron grabadas en el corazón por obra de Dios y Mª Santísima, milagro de fe obrado por aquellos que nos precedieron y que supieron verter por nuestras venas el amor a lo más cercano, a nuestras familias y a nuestros semejantes.
El tiempo y las personas pasarán, pero la hermandad siempre estará esperando. Su puerta siempre está abierta y ahora, como no puede ser de otra forma, vamos a entrar por ella para disfrutar del día grande en Los Terceros.
Hoy, mente y corazón tiemblan para perderse entre los recuerdos y las emociones del año que ha pasado, evocando a la gente que hemos perdido, y por supuesto, a todos aquellos que años atrás construyeron la historia y la memoria nuestra hermandad y que hoy día disfrutan de la gloria celestial.
También recordamos a los que por diferentes motivos no pueden estar hoy físicamente con nosotros, en especial a los enfermos, pero también a los que por circunstancias laborales o personales se encuentran lejos de Sevilla.
Sin lugar a dudas TODOS, sin excepción, estarán espiritualmente con los que tendremos hoy la suerte de disfrutar de nuestra Estación de Penitencia.
Vivamos este día entonces...con la ilusión de un niño, con la fe sincera en Nuestros Titulares y con el corazón abierto para recibir el regalo único que es un Domingo de Ramos más en nuestra vida.
Hermanos todos... Que tengáis una buena Estación de Penitencia.
Fdo: JV.
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