Uno más en nuestra vida.
Y llega como siempre, en la calle sol.
De nuevo Los Terceros se teñirá de blanco para vivir un día
luminoso que disfrutaremos juntos, los hermanos de la Cena que fieles a su
cita, no fallarán para estar unidos en su fe y a sus devociones.
Sólo queda vivirlo con la emoción de todos los años, sintiéndonos
afortunados de estar aquí y sin olvidar
a los que faltan, los que se han quedado en el camino de la vida y que un día
como hoy los sentimos aún más cerca.
Nos acordamos muy especialmente de ellos y de los enfermos
que por diferentes vicisitudes no estarán hoy en nuestro templo para gozar de
la Estación de Penitencia.
Nos acordaremos muy especialmente de Seba,
que nos dejó el pasado miércoles muy joven, pero presentándose ante el Señor
con las manos llenas de frutos cosechados en su vida terrenal.
No puedo evitar imaginarte, Seba…
Te imagino en la gloria, igualando con tu habitual
desparpajo, con tu costal debajo del
brazo deseando disfrutar de tu misterio en la calle…
Te imagino, rodeado de otros que se fueron esperando el
relevo de una chicotá eterna, perfecta y celestial, que harás rodeado de ángeles y de los mayores
parabienes.
Te imagino siguiendo muy de cerca a los tuyos… a tu hermana
Inma que hoy se vestirá de blanco para notarte más cerca, a tu pequeña Ana
Isabel, a tu mujer, a tu madre, a toda
tu familia y a tu grupo joven de siempre que hoy te hará presente en cada
emoción y en cada instante.
Te imagino feliz, viendo como Sevilla disfruta de tu
Hermandad y del buen hacer de tus compañeros de trabajadera…
No dudes que tanto tú como todos los que faltan estaréis en
nuestra mente y en nuestro corazón, siempre.
Todos ellos y tú os lo merecéis.
Pues por ti y por todos los que estáis ahí, en el Cielo, va
otro Domingo de Ramos.
Por aquellos que hicísteis de nuestra hermandad lo que es
ahora.
Un nuevo Domingo de Ramos que mañana será historia.
Uno más en nuestra vida.
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